domingo, 25 de dezembro de 2016

MI REGALO DE NAVIDAD PARA TI: ¿ME PERDONAS?



TEXTO PARA MEDITACIÓN: “El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, Y las contiendas son como cerrojos de un palacio.” (Proverbios 18:19 – versión King James)

En la NVI, tenemos la seguiente traducción: “Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela”.

A REFLEXIONAR: ¿En qué situaciones y acciones que tomamos en nuestras vidas han contribuido a la creación de pleitos, discusiones, llevando a relaciones que se rompen y personas que se quedan con una visión negativa de nosotros?

¿QUÉ ENSEÑA LA BIBLIA COMO SOLUCIÓN: “Si se trata de usted, hacer todo lo posible por vivir en paz con todos mis queridos hermanos, no vengarse de cualquiera que, por el contrario, que sea Dios que da castigo. Porque la escritura dice: ‘voy a tomar venganza, le voy a dar cuentas con ellos, dice el Señor.’ Pero hacer lo que la Escritura dice: ‘Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale agua para lo que va a quemar por el remordimiento y la vergüenza’. No deje que el mal se conquista, sino vence el mal con el bien. Si se trata de usted, hacer todo lo posible por vivir en paz con todos mis queridos hermanos, no vengarse de cualquiera que, por el contrario, que sea Dios que da castigo. Porque la escritura dice: 'voy a tomar venganza, le voy a dar cuentas con ellos, dice el Señor.' Pero hacer lo que la Escritura dice: ‘Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale agua para lo que va a quemar por el remordimiento y la vergüenza. No deje que el mal se conquista, sino vence el mal con el bien” (Romanos 12: 18-21 NVI)

COMENTARIO: Este es el Evangelio que tiene que ser desarollado en nuestras vidas si queremos andar como Cristo anduvo y ser de acuerdo a Su imagen y semejanza.

El perdón es vida, es quitar la basura emocional que alguién tiró en nosotros para que podamos vivir con las emociones libres, asegurándose de que Dios va a tratar con la ofensa y el ofensor en Su tiempo y de una manera que sólo Él conoce, pero nada se escapará de Sus manos si confiamos en él. Nuestra parte es perdonar; la parte de Dios es lidiar con el ofensor y la ofensa. Confíe en la Palavra de Dios; ella es digna de confianza.

De mi parte sólo puedo preguntar: ¿Me perdonas?

Pablo Ferreira, 24.12.2016

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